Circularis desarrolla su actividad a través de un circuito de transformación integrado que procesará del orden de 50.000 toneladas anuales de PET recuperado de las plantas de tratamiento de residuos, en los circuitos de recogida industrial y de los contenedores de residuo doméstico post-consumo.. Tras una selección automática, limpieza, eliminación de impropios, trituración y procesamiento adecuados, se obtiene un producto principal, escama de PET, con calidad suficiente para ser utilizada en los circuitos de reciclaje de plástico PET para su uso de vuelta en envases de alimentación.
La apertura de esta instalación, que utiliza las mejores tecnologías disponibles, hace posible caminar hacia una economía circular más competitiva y neutra desde el punto de vista del cambio climático, reduciéndose las emisiones de CO2, así como disminuyendo la presión sobre los recursos naturales y promoviendo el respeto al entorno y al medioambiente.