El reciclado de PET se realiza mediante el tratamiento de los envases de PET recuperados en las plantas de triaje de residuos, para acondicionarlos con el objeto de integrarlos a un nuevo ciclo productivo como materia prima.
La fábrica permite seleccionar el tipo de PET a reciclar, de manera que una vez seleccionado el producto que se desea obtener, la bala de PET originaria de las plantas de triaje de residuo se selecciona de manera automática por las distintas tipologías de PET y colores que la componen. Posteriormente el material es triturado en forma de escama de 8 mm y se procede a su lavado y separación de subproductos adheridos al envase, como tapones y etiquetas. Para ello se cuenta con equipos muy especializados, tecnología de última generación e instalaciones diseñadas para conseguir la máxima eficiencia en la producción de escamas.